Semblanza de Eduardo J. Savino

SavinoEduardo José Savino nació en Buenos Aires, Argentina en 1945 y se graduó como Licenciado en Ciencias Físicas en la Universidad de Buenos Aires en 1968.
Obtuvo el título de Doctor en Física en 1971 en la Universidad Nacional de La Plata, con su Tesis “Relajamiento anelástico a bajas temperaturas en Zirconio deformado”, que realizó bajo la dirección del Dr. Edgardo Bisogni en el Departamento de Materiales de la Comisión Nacional de Energía Atómica Argentina (CNEA), al que había ingresado como estudiante en 1967.
Al inicio de su carrera asistió al Curso de Invierno sobre “Teoría de Sólidos Cristalinos Imperfectos” del Centro Internacional de Física Teórica (ICTP) en Trieste donde tuvo la oportunidad de conocer a alguno de los especialistas más relevantes en la materia, como A.B. Lidiard, M.W. Thompson y, en particular, R. Bullough, con quien trabajó durante dos años (1972-1974) en Harwell, Inglaterra, con una beca internacional del CONICET para estudios postdoctorales. El curso de Trieste fue una experiencia muy importante para Eduardo Savino, sin importar cuán amplio se volviera su rango de actividades de investigación, regresó repetidamente a los defectos microestructurales, sus interacciones y efectos sobre las propiedades de los cristales.
Publicó casi 100 artículos e hizo una cantidad similar de presentaciones en Argentina y en el exterior. Los temas abarcan desde los defectos en cristales, su relación con la fluencia y el crecimiento de aleaciones de zirconio inducidos por irradiación, hasta el desarrollo de códigos computacionales referidos al comportamiento de los elementos combustibles nucleares. Su principal preocupación era la relación entre el mundo submicroscópico y el comportamiento de los materiales, centrándose en el uso de modelos microestructurales para resolver problemas relacionados con la tecnología nuclear.
En 1974 creó el grupo “Teoría de Defectos y Mecánica del Continuo” dentro del Departamento de Materiales de CNEA, grupo que dirigió por más de una década. Luego fue Gerente del Area de Investigación y Desarrollo de CNEA, desde donde propició la creación del Instituto de Tecnología Prof. Jorge A. Sabato. A nivel internacional, coordinó el Acuerdo de Investigacion y Desarrollo entre CNEA y el Atomic Energy of Canada Ltd. Fue miembro del Comité Asesor de Estado Sólido del ICTP, Trieste, y condujo el Programa Multinacional de Materiales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de 1981 a 1996, que fue instrumento de la difusión de la ciencia y la tecnología de los materiales en toda América Latina. Sus esfuerzos fueron reconocidos por la comunidad recibiendo el Premio Manuel Noriega Morales en Aplicaciones Científicas y Tecnológicas por la OEA en 1985, el Premio Konex en Física y Tecnología Nuclear en 1993 y el Premio del Programa Multinacional de Metalurgia de la OEA en 1996.
Su trabajo en el desarrollo de recursos humanos merece una mención especial. Fue responsable de siete tesis de grado y dirigió ocho doctorados. En Argentina fue docente en CNEA, en la Universidad de Buenos Aires, en la Escuela Técnica del Ejército, en el Instituto Argentino del Hierro y el Acero, y en el extranjero fue profesor visitante en el Instituto Politécnico de Virginia, EE.UU. (1986-88), y en la Universidad Estatal y el Centro Internacional de Física de Cali, entre otros. Fue muy importante su contribución a los Cursos Panamericanos de Metalurgia en la CNEA y a los programas de enseñanza e investigación en Defectos Microestructurales y Propiedades Mecánicas en el ICPT en Trieste, Italia (1990-93), donde fue responsable de varios grupos de trabajo.
Se destacó su labor como Editor Invitado de la prestigiosa publicación internacional Journal of Nuclear Materials, cuyo volumen 229 (1996) fue dedicado a mostrar la Investigación y el Desarrollo de la Argentina en Materiales Nucleares a través de 21 trabajos originales realizados en CNEA.
Como muchos científicos, Eduardo Savino era adicto al trabajo de investigación pero no rehuía las tareas administrativas. Logró convertirse en un excelente administrador de la ciencia y ante las dificultades nunca perdió su orgullo y su sonrisa. Su pasión por la búsqueda, la difusión y la aplicación del conocimiento es un legado que será atesorado por aquellos que tuvieron el privilegio de compartir parte de sus vidas con él.
El Dr. Savino murió el 1 de noviembre de 1998 después de una larga enfermedad, fue un ejemplo de dedicación profesional, un educador y un notable administrador de la ciencia.

Basado en el artículo publicado en la revista  Philosophical Magazine A, 2000, Vol 80, N° 6, 1297-1298, Dr. Eduardo Savino 
(1945-1998), Ana María Monti,Alfredo Caro y Diana Farkas