Fallecimiento del Dr. Jorge R. Galvele
Institucional
Hemos perdido fisicamente a José Rodolfo Galvele, pero están con nosotros los frutos de su obra: los conocimientos que generó en el campo de la Metalurgia, el grupo de investigación que formó en el área de Corrosión, el Instituto Sabato que organizó y dirigió por espacio de 14 años imprimiéndole el sello de su prestigio, y por sobre todo, está con nosotros el ejemplo de su entrega a la ciencia y la tecnología, la devoción por su institución, la Comisión Nacional de Energía Atómica, y su respeto y confianza en la Universidad Nacional de San Martín.
José Galvele ha sido una persona generosa, solidaria, firme en sus ideas, que privilegió su dedicación a la investigación y a la formación de recursos humanos frente a otras actividades. En los últimos años concentró sus esfuerzos en la docencia cosechando el reconocimiento, el respeto, y la admiración de sus alumnos.
Recientemente relató la historia de la obra de Sabato en nuestro medio en su libro “Jorge Sabato creador de la Metalurgia en CNEA o ¿Cómo se hace para crear un laboratorio de excelencia?” en el cual da testimonio de nuestros orígenes en el tema y nos muestra que convicción, voluntad, sólidos conocimientos y espíritu de equipo son elementos clave para seguir contribuyendo al desarrollo de nuestro país. Partió con la misma sencillez con la que vivió, dejándonos un valiosísimo legado.
José Rodolfo Galvele
Doctor en Química (1962) UBA, Ph. D., U. de Cambridge, Inglaterra (1966).
En CNEA, fue Jefe de la División Corrosión, Jefe del Depto. Materiales y Gerente de Desarrollo. Fue Director del Instituto Sabato en el período 1993-2007, desempeñándose hasta su deceso como docente ordinario de grado y postgrado y miembro de su Consejo Académico.
Organizó y coordinó programas interinstitucionales tales como el Programa de Corrosión Marina ECOMAR, el Programa Latino-Americano de Lucha contra la Corrosión, el Programa de Degradación de Materiales, OEA-CNEA, etc. Asesoró en comisiones del CONICET, CIC y Fundación Antorchas.
Publicó más de 160 trabajos científicos en revistas de su especialidad y dirigió 22 tesis doctorales. Es autor de 15 monografías, 1 libro y capítulos de libros y enciclopedias. Además de ser miembro del comité editor de tres revistas internacionales de su especialidad e Investigador Superior en la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico del CONICET, sus valiosas contribuciones científicas lo hicieron merecedor de prestigiosas distinciones entre las cuales se destacan: el premio T.P. Hoar otorgado por el Corrosion Institute de Inglaterra y recibido en 1981 y en 1987, el premio W.R. Whitney otorgado por la National Association of Corrosion Engineers de los Estados Unidos de América, recibido en 1999 así como el premio U.R. Evans, otorgado por el Institute of Corrosion de Inglaterra.
En nuestro país recibió el Premio P.A. Pistocchi, 1972, de la Sociedad Argentina de Metales, fue Académico Titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Física y Naturales designado en 2001, recibió el Premio Konex de Platino 2003 en el área de la Ingeniería Civil, Mecánica y de Materiales, fue Investigador Emérito de la Comisión Nacional de Energía Atómica desde 2006, y la Universidad Nacional de San Martín lo distinguió con su máximo reconocimiento al otorgarle el Doctorado Honoris Causa en 2008. Su modelo de “Corrosión por picado” figura entre los 100 trabajos más citados en la historia del prestigioso Journal of the Electrochemical Society
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